Un patrimonio casi exclusivo de los países del sur de Europa

A cuantos nos dedicamos a la instalación de persianas en Cartagena siempre nos ha llamado la atención que en la inmensa mayoría de los países del norte de Europa, apenas se vean persianas en las ventanas de las casas. En nuestras latitudes son un elemento imprescindible en nuestras casas, nos protegen del exceso de luz, de las miradas indiscretas de los vecinos, de las altas temperaturas e, incluso, en invierno nos ofrecen un aislamiento extra del frío exterior.

Sin embargo, en las zonas más septentrionales de nuestro continente, nadie tiene persianas en sus ventanas, y es que, allí, la intensidad de luz y las horas de sol son tan escasas, especialmente en invierno, que nadie las considera necesarias, ni siquiera un lujo atractivo. Pero en nuestro país, la cosa es muy distinta. Tenemos la costumbre de dormir en la oscuridad más absoluta y la llegada de los primeros rayos de sol llega a desvelar a muchos de nuestros conciudadanos.

Además, otra costumbre típicamente española es la de la siesta, una forma de afrontar las horas más calurosas de cualquier día de verano, y por nuestra experiencia en la instalación de persianas en Cartagena sabemos que pocas cosas hay mejores que un sueño, aunque sea breve, en la penumbra de una habitación ensombrecida por unas buenas persianas.

Por otra parte, conociendo también los horarios de trabajo de quienes viven en esos países, es fácil entender que no necesiten persianas. Cuando salen de casa por la mañana, incluso en verano, el sol ni siquiera ha salido o, a lo sumo, empiezan a asomar sus primeros rayos. Por la tarde, anochece también mucho antes, de forma que cuando regresan al hogar están en plena oscuridad.

Si eres de los que necesita plena oscuridad para dormir, ponte en contacto con Persianas Cegarra, S.L.